Algunos usos habituales de la infraestructura hiperconvergente son:
• Infraestructura de escritorios virtuales: la HCI optimiza y simplifica la VDI, de modo que respalda las necesidades complejas de almacenamiento y de TI al tiempo que mantiene la rentabilidad.
• Informática perimetral: la HCI facilita el diseño, el desarrollo y la escalabilidad de los entornos perimetrales o de sucursal, sin tener que contar con personal de TI dedicado en las instalaciones.
• Consolidación de cargas de trabajo y almacenamiento de archivos: la HCI facilita el dimensionamiento y la migración de las cargas de trabajo en infraestructura (DNS, Dynamic Hosted Configuration Protocol [DHCP], Active Directory y servidores de impresión), o en servidores de bases de datos, aplicaciones o archivos.
• HCI de pruebas y desarrollo: aporta a los desarrolladores un entorno de pruebas rentable que funciona de forma similar al de producción.
• Utilización de un entorno de nube híbrida: la HCI puede reducir el tiempo y el coste de la transición a una nube híbrida, ya que transfiere fácilmente las máquinas virtuales de servidores locales a nubes públicas o privadas.