La virtualización de escritorios es un método para simular una estación de trabajo de usuario de forma que se pueda acceder a ella desde un dispositivo conectado de forma remota. Esta desvinculación del escritorio de usuario permite a las organizaciones trabajar desde prácticamente cualquier lugar que tenga una conexión de red, a través de cualquier ordenador portátil, tableta o teléfono móvil para acceder a los recursos empresariales, con independencia del dispositivo o sistema operativo utilizado por el usuario remoto.
La virtualización de escritorios remotos también es un componente esencial de las áreas de trabajo digitales. Las cargas de trabajo de escritorio virtual se ejecutan en servidores de virtualización de escritorios que normalmente se ejecutan en maquinas virtuales de centros de datos locales o en la nube publica.
Puesto que los dispositivos de usuario son básicamente una pantalla, un teclado y un ratón, el riesgo para la organización en caso de robo o pérdida de un dispositivo es bajo. Todos los datos y programas del usuario están en el servidor de virtualización de escritorios, no en los dispositivos cliente.
La virtualización de escritorios remotos se basa generalmente en un modelo cliente-servidor, en el que el sistema operativo y las aplicaciones elegidos por la organización se ejecutan en un servidor ubicado en la nube o en un centro de datos. En este modelo, todas las interacciones con los usuarios se producen en un dispositivo local elegido por el usuario, que recuerda a los terminales básicos habituales de los tiempos de los ordenadores centrales y los primeros sistemas Unix.
Los tres tipos más populares de virtualización de escritorios son la infraestructura de escritorios virtuales (VDI), los servicios de escritorio remoto (RDS) y el escritorio como servicio (DaaS).
La VDI simula el modelo de informática de escritorio familiar como sesiones de escritorio virtual que se ejecutan en máquinas virtuales en el centro de datos local o en la nube. Las organizaciones que adoptan este modelo gestionan el servidor de virtualización de escritorios como lo harían con cualquier otro servidor de aplicaciones local. Dado que toda la informática de usuario final pasa de los usuarios al centro de datos, la implementación inicial de los servidores para ejecutar sesiones de VDI puede suponer una inversión considerable, que se atenúa al eliminar la necesidad de actualizar constantemente los dispositivos de usuario final.
RDS se suele utilizar cuando hay que virtualizar un número limitado de aplicaciones, en lugar de un escritorio completo de Windows, Mac o Linux. En este modelo, las aplicaciones se transmiten al dispositivo local que ejecuta su propio sistema operativo. Puesto que solo están virtualizadas las aplicaciones, los sistemas RDS pueden ofrecer una mayor densidad de usuarios por máquina virtual.
DaaS traslada la carga de proporcionar virtualización de escritorios a los proveedores de servicios, lo que alivia enormemente la carga del equipo de TI para proporcionar escritorios virtuales. Las organizaciones que deseen convertir los gastos de TI de gastos de inversión en capital a gastos operativos disfrutarán de los costes mensuales predecibles en los que está basado el modelo de negocio de los proveedores de DaaS.
En la virtualización de servidores, un hipervisor desvincula un sistema operativo de servidor y sus aplicaciones en una máquina virtual a partir del hardware subyacente. Varias máquinas virtuales pueden ejecutarse en un solo servidor, cada una con su propio sistema operativo de servidor, sus aplicaciones y todas las dependencias de aplicaciones necesarias para ejecutarse como si se ejecutara sin sistema operativo.
La virtualización de escritorios desvincula el software cliente (sistema operativo y aplicaciones) de un cliente ligero físico que se conecta a aplicaciones y datos de forma remota, generalmente a través de Internet. Esta desvinculación permite a los usuarios utilizar diversos dispositivos para acceder a su escritorio virtual. La virtualización de escritorios puede aumentar considerablemente la necesidad de ancho de banda de una organización, en función de la cantidad de usuarios simultáneos durante un pico de actividad.
La virtualización de aplicaciones aísla los programas en ejecución del dispositivo subyacente, donde la virtualización de escritorios desvincula todo el escritorio (sistema operativo y aplicaciones) al que se puede acceder prácticamente desde cualquier dispositivo cliente.
La virtualización de aplicaciones simplifica la instalación de cada aplicación individual, que se instala una vez en un servidor y después se virtualiza en los distintos dispositivos de usuario final en los que se ejecuta. Los dispositivos cliente reciben un ejecutable empaquetado y preconfigurado que facilita la implementación.
Una aplicación de virtualización existe como una única instancia en el servidor de aplicaciones, lo que simplifica enormemente el mantenimiento. Solo es necesario actualizar una instancia. Si se retira una aplicación, al eliminarla del servidor de aplicaciones también se eliminará de todos los usuarios, estén donde estén. Además, puesto que las aplicaciones virtualizadas están empaquetadas en sus propios «contenedores», no pueden interactuar entre sí ni provocar fallos de otras aplicaciones. Por último, dado que las aplicaciones virtualizadas son independientes del sistema operativo del dispositivo subyacente, se pueden utilizar en cualquier terminal, ya sea Windows, iOS o Linux/Android.
Sin embargo, la virtualización de aplicaciones no es para todas las aplicaciones. Las aplicaciones que hacen un uso intensivo de gráficos y recursos informáticos pueden sufrir una desaceleración y un retraso visible durante la renderización, por lo que es necesaria una buena conexión de banda ancha que permita una experiencia de usuario comparable a la de las aplicaciones de dispositivos locales.
Las soluciones de virtualización de escritorios proporcionan a las organizaciones un enfoque optimizado de la distribución, protección y gestión de escritorios y aplicaciones. Más información.
ThinApp acelera la implementación de las aplicaciones y simplifica su migración aislándolas de los sistemas operativos subyacentes con el fin de eliminar los conflictos entre ellas y optimizar su distribución y gestión.
VMware Horizon® 7 simplifica la gestión y distribución de escritorios y aplicaciones virtuales en las instalaciones, en la nube o en una configuración híbrida o multinube a través de una sola plataforma para los usuarios finales.
Capacite a sus empleados remotos con la tecnología y las soluciones de teletrabajo de VMware
VMware Horizon Cloud le permite distribuir escritorios y aplicaciones virtuales desde la nube a cualquier dispositivo en cualquier ubicación, todo desde un único plano de control basado en la nube.